Los programas formativos se diseñan tras un estudio de la realidad laboral en cada uno de los sectores, con el objetivo de priorizar los recursos a aquellas formaciones que tienen más salidas profesionales. Para ello, a través de diferentes proyectos se mantiene un contacto estrecho con el tejido empresarial, para adaptar las formaciones a las necesidades de personal. Además, con el objetivo de facilitar la inserción laboral tras la formación, en varios programas se gestionan prácticas no laborales en empresas.
Además, se trabaja en líneas de ayudas económicas que favorecerán la contratación de personas desempleadas, especialmente de aquellas con más dificultades para acceder al mercado laboral.